Destacar la amabilidad y atención de Tatiana, la propietaria. Cualquier consulta q nos surgía antes del viaje y durante la estancia, respondía al momento. Cuando llegamos, nos esperaba con un detalle de bienvenida de productos de la zona. Además, no nos marcó ninguna hora de llegada ni de salida para el tema de las llaves. En cuanto a la casa, es muy acogedora, limpia y muy cómoda para grupos grandes (dejan llevar perros). Las camas para descansar, Impresionantes! Con almohadas viscoelásticas y colchones nuevos. Mi pareja, es de los q se llevan la almohada de casa a todos los lados y no le hizo falta :) y el entorno donde está es precioso, junto al río, con una parcela enorme. Pena q fuimos en invierno porque además de la barbacoa nos hubieramos dado un chapuzón en la piscina. Por poner una pequeña pega, la escalera de los dormitorios, los escalones un poco más altos de lo normal. Pero como pasas mas tiempo en el salón y en la parcela, tampoco es un gran inconveniente. Y comentar, que no tienen lavavajillas. Tatiana nos lo advirtió antes de venir. La razón es porque la luz de la casa está generada por placas solares.
Esperamos volver con mejor tiempo para disfrutar y conocer mas el entorno porque este fin de semana, con 4 grados y un viento siberiano, nos ha dejado recluidos en la casa.
Estuvo en Febrero 2019, con amigos
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Limpieza
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Trato del propietario
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Entorno
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Equipamiento
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Relación calidad/precio
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Calidad del sueño